lunes, diciembre 21

Ay, bonita mía








No se ven, ya no hay zapatillas que poner, no se sienten, no hay presencia las zapatillas sucias en ausencia, tan difícil de entender. Quizá la vida es así, un ir y venir descalzado. Llenos de problemas al hombro, el mundo tan pero tan malocostumbrado. Y te entiendo mi amiga, aunque no lo pueda demostrar niña de ojos acuosos, nadando en experiencias turvias y te comprendo más de lo que puedo expresar pero quisiera que tu lo hicieras. Que supieras cuanto te aman, o te quieren amar que sepas que hay segundas oportunidas y que un anillo no te puede cambiar quiero que sepas lo importante que eres, y lo importante que haces sentir a los demás, por eso quiero que quieras quererlo, o querer en vez de repeler. Ay, y hay veces en las que creo que sos un OFF, repelendo mosquitos. Ayay, si supieras amiga, que hay mosquitos amistosos, que no sólo quieren tu sangre obtener, más que si no fuera por la naturaleza repetitiva, se quedarían pegados a tu cuerpo, noche y día. Si sólo hicieras el pequeño esfuerzo de entenderte de detener las agujas y el reloj por un momento creo que con claridad lo lograrías ver, quizá él que te ayude a crecer, sea él.
Sólo hay que intentar, ¿o no?

No hay comentarios: