Un frappucino en Starbucks a las seís, las llaves enredadas, rayando mi iPod. Cero llamadas pérdidas en mi celular, cero mensajes tuyos preguntando por mi seguridad. Punto y aparte, otro capítulo más. Ayer eras mi todo, habías construído un mundo perfecto sin necesidad de peleas, o guerras como en Irak. Y yo sigo aquí, virome en mano, tratando de mí: quitarte. Cosa imposible pero ¿por qué no intentar? Quizá mis uñas sean deformes, y aunque las pinte y las arregle siempre lo serán. Quizá no tenga un anillo en tal dedo, pero tengo un parche en mi corazón. Dime tú quién lo provocó. Quizá está es mi vida: lágrimas saladas sobre chocolate, sin bebidas. Enamorarme de quien por mi camino pase, quizá tú eras uno más, quizá yo era demasiado ciega como para escuchar. Te odio y te amo, tú vuelves, yo creo, siempre en vano. Porque tú a mí, NO me quieres, sólo vuelves porque sabes que me puedes. Y odio sentirme tan impotente, porque sé muy bien que, en realidad, yo no puedo odiarte. Por más que quisiera, jamás dejaría de esperarte. Quizá este mal, no tenga razón pero es así como me siento yo. Eres mi droga, y la cura de ella. Pero hay otros a la vuelta de la esquina, así que hoy lo he decidido Ya no quiero nada más contigo, así que te pido no vuelvas más. sigue tu vida, y yo seguiré la mía, procurando practicar lo que tú me enseñaste, y así quizá alguien me quiera, me ame y me merezca. Porque tú no, me perdiste y ya no te voy a buscar ni esperar más. Parada de autobus, ya no más. Boomerang, te tiré a la basura, adiós. Te amo pero esto ya no va más.
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