sábado, mayo 16

Hoy, hay palabras que puedo descartar. Tales como:


Yo no te necesito hoy. Volví a usar ese pañuelo en el cuello y la muñeca esta mañana, otra vez. Y ahora me encuentras, aquí sentada contándotelo. No escribo en inglés porque sino no me habrías de entender, y yo quiero todo decirtelo. He seguido caminando, antes de cruzar la calle, miro lado a lado: pero autos no vienen. Y la luz está en verde. No encuentro razones para morir hoy. Hoy no me deprimes más, porque me enseñaste a amar; a amar como a nadie, a dejarme hechizar, y encadenar. Esclava te sigo, indie rokker mío; ten compasión. Lavo los platos de martes a jueves, hago mi cama los domingos; me lavo dos veces el pelo y gasto agua en vano, ya que tú no vas a mirarlo. Pero igual soy feliz; soy feliz sin ti, ni tu voz de marfil, que me eriza la piel y me inscita a decir... Lo que de nadie más voy a poder decir. Yo no miento, yo no tomo. Yo no como brocolí ni esparrágos; yo no te odio, y no te siento. Ya que lejos, lejos te has ido, y no sabes, no, no sabes cuánto yo te extraño. Hoy yo no me deprimo más, porque sé que me enseñaste a amar; a amar como a nadie, a entregarme y confiar, y así me encadenaste: suaves duras cadenas a mi corazón.. Algo me dice que la llave alguien se la comió. Y en la biopsia de esa persona no salió. Vuelve a mí por favor, o quizá yo vuelva a ti. Como amiga salvadora de los dos, ya que llave llevo aquí. Yo no te necesito hoy.

No hay comentarios: