viernes, agosto 3

Usar jeans como rutina no me convierte en quién debe mover la situación, no, ese es el trabajo de hombres realmente alzados.


Gris, el día gris. El eco que se repite entre las paredes y las gotas. Las gotas que caen entre los agujeros del techo y las gotas. Las gotas que caen como lluvia, duras y sin misericordia. Que mojan, que gozan, que se repiten. Se repiten entre el cielo y la tierra, entre mis ojos y mis labios. Labios que te extrañaban o quizá extrañan lo que eras antes. Lluvia y eco. Tus labios secos. Mis sonrisas ingenuas. Mojan. Duelen y rasgan. Los recuerdos, los sentimientos. A dónde vamos. Que vuelva tu voz y haga eco en mi corazón. Me siento caminar sola, sola entre las hojas otoñales mojadas. Se forma un sendero entre los ecos, entre las gotas, entre tus palpitares. Entre los míos. Cierro los ojos y escucho el eco. ¿Te acordas? "Grito y el eco que recibó no es de dos" algo así murmuraste alguna vez. Sólo quiero sentirme viva y la fiebre no ayuda. Soñé mil días así, acurrucada en tus brazos. Pero no. No, es sólo un eco, es sólo un eco reflejado de mi grito que pide volver a sentirse viva. Me di cuenta, no necesito que me cuiden: yo me puedo cuidar sola. Y eso hago. Aún así, espero me cuiden y quiero cuidar. Es inevitable. Pero eso no me convierte en el hombre de una relación. Usar jeans como rutina no me convierte en quién debe mover la situación, no, ese es el trabajo de hombres realmente alzados. ¿Hay hombres así? Que hayas aprendido tácticas femeninas, no te convierte en una mujer, y de hecho, las conclusiones -habrás visto- no te fueron favorables. Si, soy diferente, soy eco repetido entre montañas, entre las ondas de la profundidad de varios lagos y uno particular. La lluvia me hace escribir y un chico tiene que salvar el Titanic para robarme un beso, si, soy desquiciada. Si, soy melodramática, y si todo eso te encanta y te saca de quicio, ruego a Dios, que, vengas y no te rindas conmigo, no me dejes sola y me demuestres que no hay algo malo en mí. Las relaciones en mi teoría se hacen de a dos, y hasta ahora, creo que ninguno me considero una relación, siempre tomaron decisiones individuales. Estoy harta de enseñar y se que me falta mucho para aprender. Pero se también que aprendí a las duras a cuidarme sola. Y llueve, y el eco se refleja en mis ojos y la sombra imborrable debajo de los mismos. Gotas, gotan caen. Y el eco de las mismas se repite en el reflejo de mil espejos rotos. Mil. Las hojas tiemblan y el eco que de ellas emanan, me retumban en los oídos. Truenos. Gotas. Gris, el día está tan gris.

2 comentarios:

El Drac dijo...

"Soy egoista, impaciente y un poco insegura. Cometo errores, pierdo el control y a veces soy dificil de lidiar. Pero si no puedes lidiar conmigo en mi peor momento, definitivamente no me mereces en el mejor"

Marilyn Monroe.

Xaj dijo...

Somos hermosos.

Aunque, no lo podamos entender todo el tiempo; aunque las bocas ajenas pudran lenguas. Porque, bueno, la mayoría de los seres sólo saben odiar y odiarse a sí mismos.

Saludos, ensaladita.