jueves, diciembre 10

punto a punto, descocida



Entra mi padre, y pregunta que me entretiene.
Respondo que son sólo tareas del hogar,
alguna puntada aquí, y otra por allá.
Si tan sólo supiera lo que estoy cosiendo,
punto a punto lo que está abierto,
de nuevo.

Se abre, y se cierra la herida que él dejó.
Se cierra, punto a punto lo descocido
porque uno más logró curtirlo.
Uno a uno los puntos, sí, arrancó,
sin saber que estaba cocido,
lo abrió.

Y llorá, llorá esta bolsita maltratada.
Sangra por donde esta roto,
porque ya no sabe que más hacer.
Tiene tantas cicatrices,
tantos parches,
si, rasgados y sucios, pero que quieren sanar
de besos tachados.


Pero tranquilo que estoy mejor.

No hay comentarios: