martes, noviembre 3

Quedate


Me dicen hippie y no entiendo porqué. Sencillamente no hay razón de ser. Hay tantas cosas que yo no le encuentro porqués y da veultas en mi cabeza como montaña rusa; todo está al revés. Camino, mis pies deslizados en las baldosas. Quizá me caiga, quizá me de en la cabeza, otra vez. Me enamoro de lo que sea, que camine y hable, con ojos verdes y siempre salgo, corazón roto; Ay, rutina, da el reloj al tornar las seis. Descubrí hoy una isla desierta en el fin del mundo hable de filosofía con un sordomudo. Y observe, que en el mundo no había cielo ni cascabeles y las víboras solas, serpenteaban hacía el mar. Hoy mi mundo volvió a brillar: Tú abrés las persianas de mi pequeño apartamento, haciendo que mis mañanas tengan menos malhumor. Tú, sólo tú descifras en mí, mis caídas de ojos, mis ironías y mis verdades serás tú, acaso ese Edward Cullen, del que yo tanto esperé, finalmente me encontraste y yo ni siquiera te busqué. Ahora sólo quedate. Sugiero un menú a puro chocolate, con un toque de crema y de café. Al igual que tus ojos sin pigmento, a veces me pregunto cuándo me dirás "Cállate". Tienes la paciencia de un reloj, sin necesidad de darle cuerda más que un beso o dos, me gustas tanto que te odio y me odio por odiarte también. Tiro tus ropas por la ventana y hasta tu guitarra pero todavía no comprás el boleto de tren. Exploto el globo que haces con tu chicle y en vez de maldecir, vas y me abrazas cerca. Susurrando canciones al oído sin autor ni música. Quiero entenderte! Meterme en una nave espacial dentro de tu mente y no salir hasta enter cada hemisferio de ti, tan demente. Tú abrés las persianas de mi pequeño apartamento, haciendo que mis mañanas tengan menos malhumor. Tú, sólo tú descifras en mí, mis caídas de ojos, mis ironías y mis verdades serás tú, acaso ese Edward Cullen, del que yo tanto esperé, finalmente me encontraste y yo ni siquiera te busqué. Ahora no necesito pedirte que te quedes. Rodearte como un pulpo, mil brazos como cadenas alrededor de ti por siempre atado a mí, seré tu condena y tú me harás feliz. Aunque, quizá este siendo egoísta, y tú no quieras ese camino seguir. O quizá este sea nuestro destino y finalmente, el amor llegó a mí.

No hay comentarios: