jueves, noviembre 1

Taciturna

Uñas pintadas. (Quisiera) cigarrillo en mano. Me siento volver a mí. Chica sol, chica poeta. Chica jodida, chica reprimida. ¿Por qué? Sueño con fumar en un café de Francia, y que un francés me sonría torcido. Quiero tener secretos. Miradas comprometidas. Quiero una vida de libro. Quiero metáforas. Quiero idas y vueltas (me encantan las idas y vueltas). La gente no cambia, empeora o mejora. Empeora, en la mayoría de las cosas. Y la luz tenue ilumina mi escritorio y mis fotos viejas, allí detrás. Y la ventana sin persiana. Y la luna, curiosa, me mira. ¿Qué estás escribiendo? ¿Estás escribiendo? Sí, volví. No necesito inspiraciones para escribir, me había olvidado de mi mejor escondite, mi mejor arma, mi mejor amigo: lápiz y papel. Porqué los olvidé. Córtazar en manos, Benedetti en los pies. Cigarrillo en mano. Bailar es genial, pero la armonía de piel, tinta en la piel, labios en piel, sonrisas en piel. Dame existencia a flor de piel. Boomerangs. Que reír con vos era tan natural. Vos fuiste un cuento que yo cree, un personaje más, un principito mal acostumbrado, pero eso eras: ficticio. Inexistente, nunca estuviste, nunca volviste. La que sigue acá tipeando, soy yo, la que sigue sigue sigue sigue sigue. Sigo yo. Sólo yo. Individualismo. Uñas pintadas. Cambiarme. No cambiarme. Leer, estudiar. Escribir. Escribir es mi vida. ¿Por qué te olvide? ¿Cómo no me di cuenta de lo que tanto me faltaba? Y allá van renaciendo mis personajes, salen de mis poros, de los más recónditos lugares de mi ser. Miel por aquí, Serafín famoso es ya. Romeo inexistente. Chicos de colectivo. Narcisista. Italiano. Muni. El del findesemana pasado, el del interior. Los de Nicholas Sparks. Justino 1976. Qué tan cómoda me sienta una virome en la mano, que tan lindas son las manchas de tinta azul, negra. Carboncillo. Él y ella, dibujados, en sillones y luces sobre techos veraniegos. Vestidos salmón. Uñas salmón. Y los peces se confunden. Elizabethtown. 500 días con ella. Las luces. Las luces en la ciudad, 9 de julio. Cabildo, y entrecerrar los ojos, usar la miopía en mi favor, y ver mi mundo en luces corridas. La magia de esas luces corridas. Caminando. Soundtrack de mi vida en mis oídos. El tren, ahora, compañía eterna. Los pisos tienen tantas historias, y me hace sentir en casa formar parte de ese algo. 1:30 am, debería dormir, sí, debería. Deber. Querer. Hacer. Tres cosas tan diferentes.
Uñas pintadas. (Quisiera -¿debiera?-) cigarrillo en mano. Me siento volver a mí. Y la luna, curiosa, me mira. ¿Qué estás escribiendo? Dame existencia a flor de piel.

pd. http://www.youtube.com/watch?v=29QH4ad71yc

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