lunes, noviembre 21

Está vez, hasta te dejo quedarte con el tupper


Vos eras mi Edward Cullen. Te vi llegar disfrazado, y te convertiste y me tuve que ir. Cada vez que te dejaba ir tenía el miedo de que no volverte a ver. Faltan pocos días y hace un año que te di un beso por última vez; tengo la imagen viva en mi cabeza, de mi mano cerrando la puerta y la refiguro de vuelta con mi imaginación, para abrirla con la otra y correrte y pedirte perdón y llenarte de tantos besos y mordidas que te hicieran perdonarme por lo estúpida que fui. Por apoyarme en voz hasta exprimirte y aún así pedirte más -te dije que me estabas malacostumbrando- pero son cosas que pasan, ¿no? No puede ser, te juro. Que te siga queriendo tanto como antes, ya no sé si es obsesión o qué, pero te extraño tanto que te huelo en chicos rubios en el tren, y te veo en el subte apoyado con ambas manos en las barras. ¿Dónde estás? Pido todos los días al Dios en el que creo y al que vos sos agnóstico (¿o era ateo?) que me encuentre con tus ojos. Desde mi ventana tengo la vista de un jazmín y me acuerdo de cuando dijiste que me ibas a dar unos alguna vez. Me arrepiento de no haber ido a dormir la siesta a tu casa, de no haberte tenido dormido al lado mío, de no haber dejado mi perfume en tu almohada. Me arrepiento de no haberte aprovechado lo suficiente. Te acuerdo en todos los detalles, y te comparo en cada chico que aparece. Sé que debería asimilarlo, pero no puedo. Por fin te creí así, tan imperfectamente perfecto, me hacías feliz y podía ahogarme en vos y quererte sin límites. Sé que estas palabras son en vano, que las vas a leer y que vas a pensar que es una especie de ley inversa para que me hables pero no. Te extraño pero no puedo obligarte a que sientas lo mismo, ya no sé si es tu orgullo, pero yo ya dejo todo de lado. ¿Soy tan estúpida en creer que entre nosotros hay algo que no se terminó y que tiene que de alguna forma darse? Soy tan positiva, o utópica que hago mal en creer que si me vieras, tu mundo daría vuelta y media para caer como el mío? Daría lo que fuera por tenerte conmigo, cantándome folclore en los labios, por ver tu cara cuando te hice tu postre favorito. "Or how you curl your lip when you concentrate enough."
No seas como el Romeo de uno de mis libros favoritos, que caía de mujer en mujer y que en Julieta encontró su muerte, pero por un enamoramiento adolescente. Quiero creer que no sos cobarde, y menos que lo nuestro fue un par de hojas más en mi diario.

1 comentario:

Miqui Brightside dijo...

cuánto tiempo sin pasarme por aquí :)