jueves, enero 14

15 días y vuelvo a ser yo, sólo 15

Un elefante se tomó un colectivo desde Bariloche porque tenía mucho frío. Y al llegar a Buenos Aires se dió cuenta de que aquí hacía mucho calor (porque era un ñañoso elefante). Sin saber que luego de la mazeta nacería una flor pequeña, apenas perceptible, pero tan bella. Pero la mazeta se rompió, y la flor se perdió entre el cemento de los adoquines. Llegó entonces un caballero algo narcisista, abriéndose paso entre mi dedal, aguja e hilo de seda. Intentando a su paso domar al elefante y capturar la flor que alguna vez se engendró y que quizá siga viva. Todo al mismo tiempo. Me pregunto si lo lograra, dado que él se tiene la suficiente fe, pero para sobreponerse a ciertas cicatrices, no le será fácil.

Ay las cosas que pasan en mi corazón.

-> vida paralela.

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